Precios acordados: ¿Por qué no funcionaron en 2018? ¿Funcionarán esta vez?

El Presidente Nicolás Maduro informó este 4 de septiembre de 2019 que reactivará el sistema de Precios Acordados y Justos, e instruyó al vicepresidente económico, Tareck El Aissami, para informar a la población sobre estos precios. También opinó que el sistema de Precios Acordados es el único que realmente funcionaba, en contraste con el sistema de control de precios, que "no controlaba absolutamente nada", y la liberalización de precios, que era hacia donde la derecha "quiere llevar al país".

Como se recordará, el sistema de Precios Acordados consistía en reuniones entre el gobierno venezolano y representantes de grandes empresas productoras, con el fin de acordar precios en 50 productos de gran importancia para el país.

Sólo la primera lista de precios acordados, publicada a finales de agosto de 2018, se cumplió hasta cierto punto, y por unos días. De hecho, una semana después se publicó una lista "revisada" para corregir algunos precios. Luego comenzaron a subir, y no hubo ningún control ni sanciones por parte del Estado. En diciembre, de hecho, se publicó una nueva lista de precios acordados, la cual no tuvo mayor repercusión porque todos los precios allí publicados estaban desactualizados, y lo que se conseguía en la calle estaba muy por encima de lo publicado.

Estoy escribiendo aquí lo que yo percibía como habitante, como persona que hace compras, sobre estas listas de precios acordados, con la esperanza de que esta información llegue a las personas que toman decisiones y no se repitan los errores cometidos en el pasado.

Problemas:

• Las listas de precios acordados se publicaban en los medios de comunicación, pero no eran de cumplimiento obligatorio. No había sanciones para las empresas y marcas que violaran los precios acordados. 
• Las reuniones para fijar los precios se hacían con representantes de empresas que se consideraban "marcadoras de precios", es decir, que eran importantes productores nacionales de ese producto. Se creía que, si esas empresas fijaban un precio, los demás productores también le seguirían.
• Sin embargo, esto no fue así. Con frecuencia sólo las empresas que se reunían con el gobierno eran las que se comprometían a mantener un precio dado, pero las demás no.
• Las marcas con precios acordados, en la mayoría de los casos, eran muy difíciles de conseguir.
• Con mucha frecuencia, una empresa se comprometía con el gobierno a mantener un precio dado, pero en la práctica no lo hacía. Esto era extremadamente común con Empresas Polar: sus precios en margarinas, mayonesas, harina de maíz, productos de hogar, limpieza y muchos otros productos jamás se cumplían. Al ser uno de los mayores productores del país -y, de hecho, en algunos lugares sólo se consiguen productos de Empresas Polar-, este inmenso irrespeto sólo causaba frustración entre las personas, al ver que una empresa violaba impunemente los precios acordados y no era castigada. 
• Por alguna razón, no se volvió obligatorio imprimir los precios de los productos en los empaques, lo que facilitaba que se pusieran los precios que le dieran la gana a cada quien. En otros casos, algunas empresas, como Polar, sí imprimían los precios en los empaques, pero ponían los precios que les daban la gana, irrespetando los precios acordados.
• Aunque una cantidad inmensa de consumidores hacían denuncias a través de las redes sociales, en particular Twitter, colocando además fotos y datos completos en sus denuncias, había un inmenso silencio de parte de los organismos de fiscalización, ministros y presidentes de entes en torno a estos problemas. Problema que seguimos viendo hasta el día de hoy.

Todo esto me hace deducir algunas cosas:

• No hay fiscalización luego de fijar los "precios acordados": luego de que los funcionarios del gobierno se reunían con los empresarios, no se hacía ningún tipo de seguimiento o fiscalización para verificar que realmente se cumplieran los precios que ellos prometían. 
• No hay planes de sancionar: Salvo casos muy excepcionales, no recordamos que ningún empresario fuera sancionado, multado o detenido por violar los precios acordados. Al no haber sanciones, lo que terminó ocurriendo era previsible: luego de algunas semanas, ya nadie cumplía los precios acordados.
• No habían explicaciones al público: Si el Presidente decía una cosa, pero a los pocos días pasaba lo contrario de forma pública y notoria, y si nadie en el gobierno salía a explicar lo que pasaba, esto inevitablemente desmoralizaba a la población. 

En 2018 las reuniones entre empresarios y funcionarios del gobierno, dados los resultados antes señalados, parecían más bien reuniones "entre panas" que tendían a cubrirse las faltas entre sí, y no reuniones entre un supervisor y un supervisado, en el cual éste último tenía que dar cuentas de lo que estaba haciendo.

Si ponemos en 2019 a las mismas personas a hacer lo mismo que hicieron hace un año, ¿realmente podemos esperar resultados distintos? De cualquier forma, quiero dejar aquí algunas recomendaciones. Sé que son obvias, pero es importante reiterarlas.

Recomendaciones:

No está mal sentarse con los empresarios a acordar precios, pero una vez se fijen...

• Hay que fiscalizar y asegurarse de que los precios fijados se cumplan. 
• El precio del producto debe imprimirse de forma obligatoria en los empaques. 
• Hay que hacer visitas sorpresa a las fabricas y empaquetadoras, para verificar que se esté cumpliendo con los precios acordados. 
• Hay que visitar constantemente los mercados, comercios y cadenas de supermercados para verificar que vendan al precio que es. 
• Hay que revisar sus facturas y órdenes de compras.
• El gobierno tiene que comunicarse constantemente con la población, recibir sus denuncias y procesarlas. 
• Si se anuncia que quienes violen los precios acordados serán sancionados, pues cumplan su palabra y sanciónelos. 
• Si deciden no sancionarlos, sino permitirles subir los precios debido a que hubo un incremento en las materias primas, en el precio de las divisas o cualquier otra razón, comuníquelo a la gente y publiquen los precios nuevos constantemente.
• Las personas que tienen la función de fiscalizar tienen que ser probas y honestas, y tienen que ser fiscalizadas constantemente. Pero también tienen que ser remuneradas adecuadamente para la función que tienen. 
• Si no hay fiscalización, esto se derrumbará rápidamente.