¡Jaque Mate a los 4 añitos!
Debo confesar que no sé jugar ajedrez, pero admiro sobremanera a quienes convierten ese tablero de 64 casillas en toda una batalla de estrategia y habilidad, donde el derramamiento de sangre es sustituido por la astucia y la inteligencia. En mis escasos recuerdos de la niñez está el libro "El hombre que calculaba" (de Malba Tahan, ¿recuerdan?) como uno de los primeros que leí en mi vida... y que extraño mucho.
Recuerdo aún con mucha claridad aquel relato en el libro, cuando Sessa, el inventor del ajedrez, le enseñó al rey Iadava el citado juego (no recordaba los nombres.... menos mal que existe Google). El rey había perdido a su hijo recientemente en la guerra, y el juego le sirvió para recordar que en las batallas es necesario hacer sacrificios para obtener victorias. Maravillado, el rey quiso recompensar a Sessa generosamente invitándole a pedir un deseo.
Sessa al principio se negaba a recibir algo, pero ante la insistencia del rey le pidió granos de algún cereal de...