El espacio de Lubrio, por Luigino Bracci Roa

En Venezuela hay una fuerte controversia en este momento sobre el sistema electoral y las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. El gobierno alega que, víctimas de un ataque informático ocurrido ese día, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no pudo publicar en su página web los resultados mesa por mesa de las elecciones , sino sólo los resultados de forma general: aseguran que Nicolás Maduro obtuvo 6.408.844 votos, mientras que el candidato opositor Edmundo González Urrutia (fachada de la ultraderechista María Corina Machado) obtuvo 5.326.104 votos. La oposición, por su parte, publicó en varios sitios web 25.000 de las 30.000 actas de las mesas electorales, que obtuvo a través de sus testigos ubicados en cada mesa, y alega que, según sus cuentas, Edmundo González ganó las elecciones por 7.303.480 votos frente a 3.316.142 de Nicolás Maduro. Alegan que los resultados informados por el CNE son falsos y fraudulentos. Esto ha desatado una intensa controversia que el próximo mié

Los problemas no son importantes hasta que afectan al llamado "primer mundo". Por muchos años se ha denunciado los peligros de que las redes sociales no se responsabilicen por los "fake news", las amenazas de muerte, las violaciones a la privacidad y el ciberacoso que a menudo ocurre en sus plataformas. Que incluso pueden ser usadas para engañar masivamente a la población y provocar ira colectiva, que termine manifestándose en agresiones, desórdenes y ataques contra gente inocente, instituciones públicas, etc.  Eso lo denunciamos desde Venezuela con mucho ahínco en las "guarimbas" o protestas violentas de 2014 y 2017, cuando las redes sociales fueron usadas para promover odio contra el chavismo , no sólo contra dirigentes políticos sino también contra chavistas de base . Caso que se volvió a repetir en las breves guarimbas ocurridas el 29 y 30 de julio de 2024. Desde 2002 dueños de medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales, usaban su