Mercenarios en Nueva Orleans
El blog de Joel Johnson muestra su preocupación ante la presencia en las zonas de desastre de guardias de seguridad fuertemente armados, provenientes de empresas privadas, tal y como ocurre cotidianamente en Irak y Colombia. Se trata de los mercenarios de quienes nos habla Walter Martínez casi todas las noches en su programa "Dossier", quienes hacen el trabajo sucio que las tropas estadounidenses no pueden hacer en Irak por razones legales o de otra índole.
Pueden verse algunas imágenes de estas personas en la página web de una de esas empresas BlackWaterUSA, que es "tristemente famosa por su trabajo en Irak", señala el sitio web GNN. "Nos dicen que fueron contratados por el Departamento de Seguridad Interior y se les ha dado autoridad para usar fuerza letal.". En su página web aparecen las imágenes de ellos en la noble tarea de rescatar a personas, por motivos de relaciones públicas.
"Aún dejando de lado las preguntas políticas y legales sobre lo que involucra tener mercenarios estadounidenses muy bien armados, operando en contra de ciudadanos estadounidenses, también debe notarse que, de todas las tropas de seguridad en tierra, las 'tropas' de Blackwater son las más intimidantes", opina Joel.
Indica que en el blog de su colega Jacob habrá algo más de información más adelante, ya que ambos ponen en duda la autoridad de estos mercenarios, quienes incluso le impiden a la prensa el acceso a determinadas áreas (está bien que lo haga la policía o la GN, ¿pero mercenarios?)
Por cierto, hay preocupación de que Ophelia (que ya se transformó en huracán) azote el sureste estadounidense. Las gráficas del Centro Nacional de Huracanes muestra que se ha quedado estático las últimas 24 horas, como si ganara fuerza para empezar a atacar a alguien. Los otros dos huracanes, María y Nate, ya desaparecieron.
Pueden verse algunas imágenes de estas personas en la página web de una de esas empresas BlackWaterUSA, que es "tristemente famosa por su trabajo en Irak", señala el sitio web GNN. "Nos dicen que fueron contratados por el Departamento de Seguridad Interior y se les ha dado autoridad para usar fuerza letal.". En su página web aparecen las imágenes de ellos en la noble tarea de rescatar a personas, por motivos de relaciones públicas.
"Aún dejando de lado las preguntas políticas y legales sobre lo que involucra tener mercenarios estadounidenses muy bien armados, operando en contra de ciudadanos estadounidenses, también debe notarse que, de todas las tropas de seguridad en tierra, las 'tropas' de Blackwater son las más intimidantes", opina Joel.
Indica que en el blog de su colega Jacob habrá algo más de información más adelante, ya que ambos ponen en duda la autoridad de estos mercenarios, quienes incluso le impiden a la prensa el acceso a determinadas áreas (está bien que lo haga la policía o la GN, ¿pero mercenarios?)
Por cierto, hay preocupación de que Ophelia (que ya se transformó en huracán) azote el sureste estadounidense. Las gráficas del Centro Nacional de Huracanes muestra que se ha quedado estático las últimas 24 horas, como si ganara fuerza para empezar a atacar a alguien. Los otros dos huracanes, María y Nate, ya desaparecieron.
Fin de mundo!. Si esto no acaba en revolucion no se que va a pasar!
ResponderBorrarEsto lo venía sospechando desde hace días, cuando leí en algún sitio (creo que aquí mismo en tu blog) que unos "contratistas" habían sido atacados, u otra cosa relacionada con contratistas (ya no recuerdo bien).
ResponderBorrarLo cierto es que la palabra "contractor" es un eufemismo que los medios de los Estados Unidos están usando para evitar las justas comnotaciones petorativas del término "mercenario".
Saludos
este artículo nos sigue demostrando que el gobierno de Estados Unidos es una maquina de la muerte y hay que pararla ya!!!
ResponderBorrarA manera de chiste te dije en estos días (al principio de la catrastrofe) que con seguridad pondrian a los mismos que estan "liberando y reconstruyendo (¿?)" Irak y que Dick Cheney mandaría a Halliburton para el lugar...
ResponderBorrarEl tiempo me dio la razón